Ya lo sé, Serious Sam The First Encounter no es un juego para niños de ésta época por los mensajes en doble sentido, la violencia y la dificultad de cargar partidas guardadas. En comparación con YouTube y las caricaturas que transmiten ahora es hasta inocente este juego.

Uno de mis sobrinos quería que jugara con el usando nuestras computadoras pero el imaginaba poder correr Fortnite o algo similar, no fué la primera vez que le expliqué que su laptop tenía pocos recursos y no podía correr juegos modernos.

Para no matarle la emoción le dije que esperara unos minutos mientras entraba a GOG.com para descargar alguno de esos juegos viejos, me gustó mucho su carita de emoción cuando vió todo el catálogo de juegos disponibles en el sitio. Busqué entre los disponibles y al ver la portada de Serious Sam TFE me quedé pensando; “¿por qué no?, es colorido y tiene acción”.

Luego de instalarlo en ambas computadoras entramos en modo cooperativo, debo decir que se asustó de los primeros monstruos pero luego comprendió que era normal la apariencia y hasta se comenzó a reír de como lucían lucían algunos monstruos con sus rostros tontos. Jugamos varios mapas en un par de horas mientras yo recordaba dónde estaban los switches, los secretos y de dónde aparecerían los enemigos. Mientras el decía cosas como; cuidado con el amarillo que tiene la gran ametralladora, ¿tío, a dónde te fuiste?, yo lo voy a atacar con todos mis misiles. Fue una genial sesión de juego.

Al siguiente día se enteró mi sobrina y se puso a ver la pantalla de su hermano, luego de un rato la dejé jugar en mi computadora, no recuerdo cuánto tiempo fue pero me quedé dormido leyendo en la silla de al lado. Mis sobrinos ya se habían cansado y estaban con unos juguetes en el piso jugando a otra cosa.

Les llevó dos días más hasta llegar a Ugh-Zan III, ahí fue donde tuve que tomar el control de un jugador porque ellos no sabían como derrotarlo. Luego de mostrarles cómo hacerlo comprendieron y lo derrotaron con paciencia.