La campaña de Barbaroja en Age of Empires II Definitive Edition
Contenidos
Este artículo es parte de una serie, mira el anterior.
Muy parecido a las otras dos últimas campañas que he jugado, consta de 6 escenarios con el último donde el héroe ya murió. En este caso se trata del Emperador Barbaroja.
1. El sacro emperador romano
Comenzamos en el centro de un mar árboles, en verdad el mapa está inundado con bosques. No es que se vea mal pero contrasta con la campaña de El Cid, se supone que esa área en ese entonces era así de boscosa.
Al encontrar las 4 entradas principales a mi isla las amurallé lo más rápido que pude. Luego de construir mis fuerzas comencé el ataque de norte a oeste, sur y parte del este. Ahí me di cuenta que ya tenía 6 reliquias disponibles que colectar. Pero ya que estaba por ahí destruí el pueblo del enemigo al noreste.
Mapa muy detallado con ruinas y ríos que lo dividen en varias partes. No sé si fue por tanto bosque o por el juego en si pero en este mapa tuve problemas moviendo las tropas, a veces no seguían órdenes o se iban por otro lado.
2. Enrique el León
Este pensé que iba a ser un escenario diferente ya que sólo tenía edificios para producir tropas y dos de mis aliados iban a darme recursos de tanto en tanto mientras que el otro aliado iba a enviar olas de ataque con las cuáles iba a darle soporte a las mías.
Y así fue durante un rato pero no entiendo qué fue lo que lo desencadenó pero creo que fue haber destruido el castillo enemigo en nuestro lado del territorio que mi tercer aliado, Enrique el León decidió traicionarme, luego de derrotarle fue cuando algunos aldeanos pasaron a mi poder y con ellos ya pude construir mi economía y mejorar mis unidades de forma normal. Esto no me gustó.
Lo que no hice fue construir una fuerza naval, no vi la razón, cruce el río por el lado sur y avancé hacia el norte. Otro mapa dividido, en tres regiones principales, por ríos y muchos bosques.
3. El Papa y el Antipapa
Este escenario me jodió un poco, insistí en atacar al enemigo color verde al sur este de mi posición de forma temprana para capturar aldeanos y sus recursos pero no pude eliminar sus aldeanos construyendo edificios y entrenando tropas de forma rápida. Entonces me amurallé tras el bosque. Construí mi economía y en cuánto pude un castillo cerca de la costa para interceptar a las naves enemigas que atacaban a mi aliado y defenderme de desembarcos.
Aplastados los verdes envié mis tropas al sureste y luego mis naves de transporte cuando ya había pasado un ataque de las naves enemigas. Así crucé lo más rápido que pude el río, edifiqué un castillo en las cosas y edificios militares para producir refuerzos desde ahí. Usé algunas armas de asedio para internar destruir la fortificación portuaria que estaba en una pequeña isla al lado pero destruyeron mis máquinas de asedio con botes de demolición. Estaban muy cerca de la costa.
Luego me movilicé al sur y entre por un puente, ya que mi enemigo se encontraba a ambos lados al cruzar y mi objetivo al oeste decidí destruir el enemigo del este primero. Y luego a por mi objetivo. Me gustó que al terminar y ver el mapa completo vi que había una posible mejor forma entrando por un desvío del río al noroeste con espacio para construir, recursos y algunas ruinas para darle vida al lugar. Así no hubiera tenido que pasar entre dos enemigos.
4. La Liga Lombarda
Comenzamos en medio de un asedio a nuestras fortificaciones con varias murallas destruidas y las intenté reconstruir pero algunos enemigos estaban cerca y eliminaban a mis aldeanos. Cuando vi que había un área con recursos más allá del río a mis espaldas decidí mejor huir. Construí y economía y comencé a recibir ataques marinos, ahí descurbí la utilidad de la nave incendiaria.
Luego ya con tropas crucé el río, eliminé enemigos y reparé las fortificaciones. Muy bueno el pedazo de tierra que tenía disponible, como el enemigo no me hizo desembarcos pude estar tranquilo en ese lado. Estando ubicada al sur mi base, había una gran sección de agua al centro y noreste. No quise joder con eso, comencé a avanzar hacia el norte y oeste para encontrar una de las 3 ciudades.
Cuando se reveló el mapa me dio gusto ver el área del mar que había pensado estaba lleno de enemigos con fortificaciones que de haber desembarcado ahí no hubiera ganado nada. Lo único tal vez hubiera sido poder llegar más rápido y sin pelear con un enemigo extra al corazón del enemigo del centro y construir ahí un castillo y la maravilla.
5. La marcha de Barbaroja
Me alegra decir que sólo perdí un monje de mi fuerza inicial y que no tuve que construir ni entrenar nada, fue un buen cambio a los escenarios normales. Tenía que llevar al menos 10 unidades del norte al sur. Lo malo es que parece que tomé la ruta más rápida y con menos problemas posibles. Al terminar vi el mapa y habían otras unidades “recatables” y que podía haber usado para incrementar mis filas.
Mi caballería de exploración se lució encontrando los mejores lugares para evitar al enemigo y pasar desapercibidos. Como los textos iniciales decían, justo al frente de Constantinopla estaba el mejor lugar para desembarcar así que eso hice, pero antes quise explorar al este pero habían muchos problemas por ahí así que seguí los consejos.
Muy marcada la geografía y ecología de las dos partes principales; al norte bastantes bosques y al sur bastante arena con piedras, separado por un estrecho de mar. Lo que más me dio risa fue llegar a la parte donde está bien fortificada y de repete un terremoto lo destruye todo para que mis tropas puedan pasar fácilmente. Al terminar pude ver que de haber conquistado Constantinopla pude haber tenido acceso a una gran flota con la cual tomar el control del mar pero no era el objetivo.
6. El emperador durmiente
Otro escenario donde hay que construir la fuerza y atacar al enemigo, nuevamente tomé la ruta incorrecta para llegar al trecho final.
Me fastidió un poco al principio cuando estaba el personaje diciendo X minutos para que nos ataquen. Pero gracias al recurdo constante usé buena parte de mis aldeanos para amurallar el frente de la base. Pero usé mal a los otros aldeanso que tendrían que haber construido casas mientras tanto. Luego mejoré mis tropas para comenzar a construir la fuerza principal. Mis torres no fueron de mucha ayuda porque el enemigo traía trebuchets, lo que si me sirvió fue la caballería y los monjes para capturar los elefantes de guerra.
Como el enemigo amarillo era el que más me atacaba decidí destruirlo y casi lo logré pero en las últimas se escaparon algunos aldeanos y me estuvieron fastidiando casi el resto del escenario.
En la parte del diseño pues es bastante plano, ya se que es un desierto pero no encontré nada llamativo excepto los terrenos elevados al noreste. Decidí entrar por el lado de mi aliado al oeste yendo al sur. Aquí creo que tomé mala ruta porque tuve que soportar todos los templos enemigos que producían monjes como fábricas producen latas. Pero no le quita que el diseño de la ciudad aunque plano era bastante funcional.
En los textos iniciales decía que no había que destruir mucho de la ciudad, pero ya que estaba ahí pues le di rienda suelta a los elefantes.