Este juego es un JRPG donde debés recuperar tu corazón el cual fue robado por un dragón gigante. Lo debés hacer en un mundo fantástico-medieval donde hay muchos monstruos, humanos y peones.

¿Qué son los peones? Los veo como la excusa de que el personaje jugador tenga un grupo de aventureros que obedezcan ciegamente sus órdenes y que sean fácilmente reemplazables en el transcurso del viaje para evitar los dolores de un modo multijugador.

A mi este juego me parece bastante difícil, cuando comencé a jugarlo lo hacía sentado frente a mi computadora pero con el paso del tiempo mejor decidí conectar la computadora por HDMI al televisor y usar una extensión USB para conectar mi control/mando Logitech F310. Siento que, cuando lo puedo jugar, tengo una mejor experiencia aunque si se nota la diferencia de precisión al no usar un teclado y mouse.

La historia de este juego me fascina aunque dejan bastantes detalles al aire (además que aún no lo termino), vas viajando y ves las ruinas de estructuras antiguas y poco a poco te van dando pequeños trozos de la historia de ese mundo. Al momento de realizar las quests secundarias éstas se pueden lograr o fallar y obtener diferentes niveles de recompensas (aplica a las primarias también) dependiendo de las cosas que realizaste para completar una quest.

Aunque todos los eventos están programados, hay uno que me hizo meterme en el personaje y sentir el riesgo del viaje casi al principio: iba subiendo por el sendero de Manamia, me desvié a la izquierda hacia las colinas de Vestad y luego de pelear con algunos lobos, iba casi llegando a la cima donde había una gran roca redonda (obvia trampa) acompañada de la voz de un bandido que me dijo “¿Por qué has venido aquí?”. Sentí en ese momento que no era bienvenido ni en esas partes del mundo ni en el resto de Gransys, este viaje iba a ser de peleas contra todo y todos.

El otro día hablé de este juego con mi amigo Guille y le comenté que luego de morir mucho, decidí usar unos trucos para subir de niveles a mi personaje, al menos ahora ya no muero cada cinco minutos.

Conclusión

No soy de jugar JRPG porque tienen un nivel de grinding increíble y mi tiempo para jugar es limitado en ésta época, si estuviera desempleado, tuviera mucho dinero o fuera un adolescente los jugaría a morir. Sin embargo, Dragon’s Dogma Dark Arisen se ha ganado mi atención.