Ésta saga de vídeo juegos me gusta mucho y los he jugado todos con excepción del 2 . Así que cuando tuve la oportunidad de adquirir ésta última entrega no lo pensé demasiado.

La acción transcurre hace 12,000 años en el territorio de lo que ahora es Europa, encarnamos a un cazador llamado Takkar de la tribu de los Wenja y forma parte de un grupo de caza que se dirigía al valle de Oros pero es atacado por un “tigre de dientes de sable”. Takkar sobrevive al ataque y logra llegar a Oros, al llegar se encuentra que hay muchos Wenja perdidos en el área, y otras dos tribus son las que dominan el área; los Izila y los Udam. Es la misión de Takkar reunir a su tribu, fortalecerla y hacerse con el control del valle.

Modo de juego

Al igual que los Far Cry anteriores vamos avanzando en nuestras habilidades y herramientas, poco a poco vamos desarrollando arcos, flechas, lanzas, mazas, etc. Suena realmente aburrido cuando en los otros juegos teníamos a disposición el armamento más moderno y ficticio con una infinidad de skins, pero es genial estar en medio de la jungla simulada con un arco y unas flechas mientras tratas de huir de monstruosos enemigos como osos de las cavernas o intentando dejar atrás a un jaguar cuando te das cuenta que esa bestia es mucho más rápida que vos. Lo que más me jode es cuando ando bajo de recursos y me encuentro con un gigantesco y hostil mamut, no me dejan en paz hasta que logro poner un obstáculo de por medio intentando salvar la vida.

La tribu va ganando fuerza con la cantidad de hogueras, puestos enemigos conquistados y aliados rescatados. Vamos conociendo y obteniendo el favor de varios especialistas que se mudan a nuestra tribu, estos proporcionan habilidades de cacería, fabricación de objetos, resistencia, combate, curación y trato con los animales. Esto último es muy importante ya que Takkar se gana el nombre de Amo de las Bestias porque aprende a domarlas y a utilizarlas para sus propios fines.

Esto de domar bestias nos introduce a otro aspecto en el desarrollo de la civilización donde estos cazadores-recolectores se van volviendo sedentarios. En una misión se habla de obtener semillas y el conocimiento para poder sembrar con lo que se ve cómo nace la agricultura en esa región.

Recorrer el valle de Oros no es ningún chiste, hay muchas bestias por todos lados, hay que estar fabricando constantemente flechas y otras armas, aunque uno puede recuperarlas de una presa o enemigo caído, sin embargo hay veces que esto no es posible. Muchas veces te quedás al lado de un árbol o sobre una gran roca observando a la distancia y no ves a otro humano durante mucho tiempo, es bastante genial en ese aspecto.

Además de las bestias que rondan por la tierra, agua y aire las otras tribus del área también son hostiles contra tu tribu. Aquí lidiamos con dos diferentes tipos; los Izila son más de la parte de la jungla y sus ataques son basados en fuego y flechas. Los Udam que son una especie de neandertal, aunque según he leído se extinguieron mucho antes de la época en la que jugamos pero para cuestiones de ésta historia ficticia se podrían ver como “la última tribu perdida” de esta especie, estos viven en las regiones de la nieve y sus ataques son más de cuerpo a cuerpo y utilizan una especie de veneno.

Especialistas

La historia de los diferentes especialistas es trágica a su manera y otros logran un tipo de paz, vemos a la gran cazadora siendo reemplaza por una nueva generación, el comandante de guerreros se convierte en agricultor o la muerte de uno de los neandertales que yo la vi como la muerte de su especie. Takkar resulta ser una persona bastante centrada y adelantada a su época ya que no toma en cuenta los colores de la piel o las costumbres de las personas mientras estos se conviertan en aliados y puedan hacer fuerte a su propia tribu.

Ambiente

El juego también cuenta con ciclo de día y de noche, las noches son duras si no tenés una fogata o un medio para hacer fuego. También está la opción de buscar una fogata o una cueva que provea refugio y dormir hasta el amanecer o el anochecer ya que hay situaciones o bestias que sólo se pueden encontrar de noche.

La época en la que está basado el juego es una que me gusta mucho y siempre leo cosas al respecto, obviamente intentar emular en la época actual como esa gente vivía en ese entonces es difícil y peligroso. Sin embargo ha de ser muy exhilarante y satisfactorio poder fabricar lo que necesitás para sobrevivir con tus propias manos. Se sienten en el ambiente las creencias chamanísticas e incluso un eclipse solar tiene cierto poder sugestivo en una tribu, las historias que te cuentan las personas o que las tribus hablen idiomas diferentes (inventados por lingüistas contratados por la empresa) dejan cimentado la atmósfera primitiva que se le da al juego.

Con todo y todo el juego es muy entretenido y la historia es una no muy utilizada en los juegos lo que le da en mi libro un buen lugar.